‘No + peleas de perros’ fue una campaña lanzada en julio de 2016 por la policía mexicana en apoyo con la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal quebuscaba que este ejercicio de crueldad animal, fuera tipificado como delito a raíz de las miles de denuncias que recibían diariamente acerca de esta actividad en la que se incluía el lucro por medio de apuestas y consumo de alcohol.
Aunque varias organizaciones animalistas habían insistido en formalizar la propuesta durante años anteriores, el gobierno escuchó la voz de protesta que encaraba Humane Society International y decidió aliarse con ellos, trabajando durante un año consecutivo para lograr el resultado esperado: penas de cárcel para los involucrados en este tipo de espectáculos.
UNA PETICIÓN HECHA A PULSO.
En el momento en el que la campaña salió a mitad de año en 2016, HSI y el gobierno federal, ya venían trabajando su plan de acción para que, más allá de ser un intento de crear conciencia, llevara una meta tangible en cuanto a legislación. Por esa razón, mientras ‘No + peleas de perros’ era publicitada en campañas mediáticas, también hacía una petición formal a los legisladores del país donde se impulsaba la prohibición total de las mismas.
El resultado fue un éxito: después de cuatro meses siendo pública, la campaña logró su cometido de recolectar 200.000 firmas apoyando la petición, una cantidad necesaria para llevarlo al debate político y hacerlo un proyecto de ley real, sin embargo, los resultados empezaron a verse hasta diciembre cuando la cámara de diputados, la primera instancia en la búsqueda de la reforma, aprobó la misma, incluyendo la penalización de prácticas asociadas a todo el ambiente de peleas de perros como criar a un animal para estos fines, alquilar un espacio con este objetivo e, incluso, ser un espectador.
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