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El Panteón General San Miguel: historia viva de Oaxaca

  • El panteón general fue un refugio en tiempo de epidemias y es un refugio espacio de reunión de las familias de la capital Oaxaqueña.


Oaxaca de Juárez, Oaxaca. 10 de noviembre de 2024. Mar López. El Panteón General San Miguel, ubicado en la ciudad de Oaxaca, es mucho más que un cementerio; es un auténtico museo a cielo abierto y un testigo silencioso de los eventos que han marcado la historia de la capital oaxaqueña desde su creación en 1829.

Con la reapertura de este emblemático camposanto, tras un año de restauración y una inversión de más de 32 millones de pesos, Oaxaca celebra no solo la conservación de su patrimonio cultural, sino también el esfuerzo de mantener viva la memoria colectiva de sus habitantes.


Un refugio en tiempos de epidemias

Este panteón nació en una época de grandes desafíos. En 1829, una epidemia de viruela azotó Oaxaca, dejando a su paso millas de víctimas y la urgente necesidad de nuevos espacios para sepultar a los fallecidos, pues el uso de los terrenos eclesiásticos estaba restringido. Así, las autoridades eligieron un predio entre el río Jalatlaco y las minas de cantera para establecer el cementerio. Apenas unos años después, en 1833, otra crisis sanitaria, esta vez por el cólera, reforzó su importancia como lugar de descanso para aquellos afectados por la enfermedad


Un repositorio de personajes ilustrados.

A lo largo de casi dos siglos, el Panteón San Miguel ha acogido los restos de importantes figuras que han dejado huella en la historia y la cultura de México. Entre ellos destacan Félix Díaz Mori, hermano del expresidente Porfirio Díaz; Susana Juárez, hija del también expresidente Benito Juárez; y el compositor Macedonio Alcalá, autor de la célebre pieza “Dios nunca muere”, himno de los Valles Centrales de Oaxaca. La presencia de estos personajes convierte a este panteón en un sitio de interés para historiadores y visitantes que buscan conocer más sobre el legado de Oaxaca y su gente.


La cosmovisión oaxaqueña sobre la muerte

Más allá de su función funeraria, el Panteón General San Miguel es también un espacio de encuentro entre el pasado y el presente. En Oaxaca, la muerte no significa el fin, sino un paso más en el ciclo de la vida. Este espacio simboliza la profunda conexión del pueblo oaxaqueño con sus raíces y con la cosmovisión mesoamericana, donde la muerte se ve como una transición hacia otro plano de existencia. Cada Día de Muertos, el panteón se convierte en un lugar de reunión y celebración, donde las familias honran a sus difuntos y fortalecen sus lazos culturales.

Una nueva etapa para el Panteón General San Miguel

Gracias a los trabajos realizados con el apoyo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), las arcadas, corredores y muros del panteón han sido restaurados, asegurando que este lugar siga siendo un espacio digno y seguro para futuras generaciones. En la reapertura, el gobernador Salomón Jara Cruz destacó el compromiso de preservar este sitio no solo como un recinto histórico, sino también como un lugar que sigue uniendo a la comunidad.

Con sus majestuosas bóvedas, muros de cantera y leyendas en cada rincón, el Panteón General San Miguel invita a los visitantes a recorrer su historia y rendir homenaje a aquellos que han dejado una marca en la identidad de Oaxaca.


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